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Dónde nos leen

jueves, 23 de enero de 2014

Hey, corazón


“Oye, se me acaba mi saldo. Ya, chao, chao, chao… Cuídate. Un besito”. Hasta ahora tengo retumbando en el tímpano derecho el speech de despedida que ha sido el mismo en las dos últimas veces que ella me llamó y que si terminó de decir todo ese rezo, entonces su crédito acabó con vida, casi en coma, pero respirando.

Agosto 2013 en la universidad:

- Chino: “O’e, hay que hacer grupo para Estadística, pe’”
- Yo: “Ya, pe’. Pero es de a tres y no veo candidatos para que estén en ¡mi! grupo, cholo”
-  Chino: “Sí… Mira, ella… Ella chambea conmigo”
- Yo: “¿Quién cholo? ¿Esa chica que parece sobrada?”
- Chino: “Sí, es Jennifer. Es un poco vaga, pero trabaja bajo presión…”
- Yo: “Hmmm. Pucha… Trabajar a presión, entonces. Ya, pues… Qué queda.”

Es el primer vestigio que tengo de esta chibola de 21, aunque ella –insistente- argumenta que en una situación parecida a la anterior, yo no quise que esté en el mismo grupo de Semiótica, ciclos atrás. ¡FALSO! Después, entre conversas, recordó que para ese curso, en su salón nunca estuvieron Rolo ni Lenin (compañeros de la universidad con los que formé un grupo en ese entonces) y eso echaba por tierra la supuesta choteada que me dejaba como un vil arrogante –algo que aún sospecho que cree-.

Con el transcurrir del ciclo, confirmé lo que el Chino me dijo la primera vez que hablamos de ella: que era algo vaguita, aunque Cano resultó más vago aún y este escribas con lentes: peor que ellos juntos (aunque solo por ese ciclo, ya que ellos eran una mala influencia).

Ella, despistada, casi siempre directa y algo renegona (sobre todo cuando nos sentamos al lado de parejas besuconas); me ha demostrado cómo se puede mantener a unos “pequeños aldeanos” ligeramente quietos y concentrados jugando a los taps, pintando o solo tomando néctar de durazno, todo a base de paciencia… Virtud casi inexistente cuando no está con los niños, lo que demuestra el gran ser humano que es, a pesar todo y a pesar de unos cuantos indeseables.

(…)

No sabía que en el diplomado también le habían enseñado a persuadir para lograr grandes ventas, como la de hace unas horas, pues yo, sin ánimos de adquirir plan telefónico alguno, caí redondito ante la posibilidad de tener un plan RPC. A pesar de mis sigilosos esfuerzos para decir “no”, cedí… Un éxito ella, pero es algo que ya es necesidad, pues su saldo se ve herido de muerte cada vez que hablamos. Solo hoy fueron 22 minutos de consumo, así que un plan para no ser tan usurero y poder llamar yo también, no caería mal. Aunque debo decir a mi favor que gasté los miserables 5 minutos de crédito que me alumbraban.

(…)

Dejando un poco de lado el sarcasmo tan típico en mí, ha sido bueno estar en el mismo grupo de Estadística, haber llevado el aburrido curso de Devoto (asquerosa materia) y haberle regalado un Frugos de S/.1.50 en su cumpleaños (estaba misio, pe’) porque, de alguna forma, estas situaciones fueron los primeros puntos de confianza que ambos nos tenemos y que, de mi parte al menos, agradezco, porque no siempre puedes ser “oídos y tiempo” para una voz con ganas de contar muchas cosas e irse por las ramas (cual mono), mientras las detalla y que a la vez –y sin darse cuenta- te hace más humano. Gracias por tener siempre de qué hablar, por las risas, por las pizzas, por las tonterías que solemos conversar, por los tragos, por haber sido un asilo cariñoso para un ser con manchitas (agradecer aquí también a sus papás, Emely y al buen negro), por Ari que es un dulce y gracias también, porque tengo siempre a quien corregir… Y ahora no solo en castellano, sino también en inglés. Perdón, no puedo dejar de ser irónico más de dos minutos.

Como siempre le digo, ha pasado tanto en tan poco tiempo y siempre ha salido bien que parece que hay pocas cosas que la pueden detener. Capacidad le sobra y la fuerza siempre la acompaña, al mismo estilo que Yoda (Star wars). Nunca se debe detener y jamás debe pedirle a Dios una mochila menos pesada, sino una espalda más resistente. Ha sido todo un susto, perdón, gusto, chibola.

(…)


Enero 2014: me convenzo que si hay que hacer quecos o malabares para que no esté con tristeza, pues, con gusto se hacen… Solo para que esa sonrisa, llena de gracia, nunca se le borre del rostro, corazón.



Que estés siempre bien.


*La de NSAD. Fonseca es pasable... Una de canción de One Direction ni a patadas estará por acá.

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