Síguenos en Twitter

Dónde nos leen

lunes, 3 de agosto de 2009

Crimen


Ayer llegué de mi trabajo cansadísimo, sin ganas de hacer cosa alguna, tenía que ‘restregar’ acuáticamente (bañar), a mi bullero hijo ‘Camus’, pero prendí la compu y me sumergí un rato en la Internet. Chequear el ‘Facebook’, ver el ‘Twitter’, entrar como desconectado al ‘Messenger’ para ver si había alguien interesante y charlar, pero no, nadie importante habitaba en la caja social adornada por dos peones, así que salí de él tan rápido como un estornudo. Cerré también las páginas plagadas de gente que adora las fotos. Poseritos, como yo.

A estas alturas ya me había olvidado totalmente de la ducha que debía darle a mi ‘hijo’ y me eché a mi lecho, poniendo la almohada encima de mi cabeza para poder entrar en el mundo de Morfeo de la manera más rápida. Dicho personaje ya me estaba jalando con soga a su orbe, cuando un ruido seguido del temblor en mi cama evitaron mi total caída al mundo del sueño: mensaje de texto de “K.R.” (léase el segundo post: ‘Encuentro inesperado’), con los ojos casi cerrados vi que decía lo siguiente:

- “Eds, ¿hay que salir más tarde? Ya hice todo lo que tenía que hacer y estoy aburrida. Me respondes cualquier cosa. Cuídate”

Tuve que cortar la cuerda de Morfeo con mucho desgano, pues aunque me la somnolencia me ganaba, yo también quería verla, mejor dicho, ese ser que creyó haberla olvidado, ese camotudo enamoradizo, quería verla, así que le respondí casi enseguida:

- “Ya, pues. Me estaba quedando dormido, pero prefiero que el aire frío me golpee en el rostro y divertirme un rato. Parque Kennedy a las 7:00 pm. Ahí te veo. Un beso.”

Creí haber salido temprano de mi casa, pero tenía una hora para estar allá. Llegué a la avenida principal y vi el horroroso tráfico que reinaba. Así que decidí caminar hasta ver la vía un poco despejada y poder tomar el carro que me llevaría hasta Miraflores. Me la pasé caminando todo 28 de Julio y nunca hallé, al menos, un tramo despejado. Habiendo pasado 20 minutos y escuchando ‘Ciudad de la furia’ de Soda Stereo llegué a la av. Arequipa que, por suerte, estaba algo deshabitada. Un contraste raro con la otra arteria.

Me embarqué en la primera couster que se estacionó, porque sólo tenía 40 minutos y detesto ser impuntual, -aunque muchas veces peco de ello- así que, cual ahogado salté hacia mi salvavidas, aunque por las dimensiones del vehículo, debería decir flotador.

Tras escuchar canciones de Cerati, Queen, The Police y Nirvana llegué a Pardo, antes de lo previsto: 6:55 pm. Di vueltas y más vueltas porque la que se decía puntual resultó ser su antónimo. Hasta que después de hacer hora por Diagonal la sorprendí yendo hacia el punto de encuentro. Creo que después de semana y media la veía, realmente ya no llevo la cuenta de los días que no nos vemos, es decir, nada es como antes y así quedará.

Después de andar por esos sinuosos caminos de la Arequipa decidimos ir al Óvalo Gutiérrez. Conversando de lo mejor, haciéndonos bromas, discutiendo por el verdadero de significado de ‘catarsis’. Ella me decía: ‘Esa palabra significa hablar’ – ‘Oye, esa palabra significa hacer un desfogue, botar todo lo malo mediante esa práctica. Eso es catarsis’, argüí con determinación. ‘Pero mi jefe me ha dicho que es hablar, conversar’, terqueó ella. ‘Bueno, pobres sus oyentes que viven engañados con palabras que él no sabe emplear y las dice sólo para que su ‘floro’ suene bonito. Qué huachafo es tu jefe’, sentencié. No le quedó otra que reírse.

Realmente estaba muy cansado pero tenía buenos ánimos a pesar de eso, así que enrumbamos por un jirón tranquilo, típico de las rondas de Miraflores, cuando la huaca ‘Pucllana’ se instaló frente a nosotros sin darnos cuenta, o debo decir, nosotros nos situamos frente a ella. Quería llegar al óvalo lo más rápido posible para sentarme y relajarme, entre palabras incongruentes y risas me preguntó:

--------------------------------------------------------------------
Para esto, debo poner los siguiente: Días previos a eso, me habló sobre un insufrible al que ella casi le hace caso, pero, al final no pasó nada. Acto seguido me comentó que estaba en planes con otro. Me dejó pensando, pues, lo que pasó en el primer acto había sido hace dos semanas y lo del segundo hace tres. No encajaba. O sea ¿En tres semanas casi está con alguien y en ese mismo lapso estaba en planes con otro? Yo estaba confundido. Adopté ese estado para no pensar lo peor de ella. Lo que le dije por Chat fue: ‘Con esa actitud das mucho que pensar. Piensa antes de hacer las cosas’.
--------------------------------------------------------------------

- ¿Por qué hace unos días me dijiste lo que me dijiste?
-¿Qué te dije? No me acuerdo.
- Me hiciste sentir como una cualquiera por tu comentario, me hizo mal.
- Ah, claro. Bueno, yo te dije lo que pensaba. Tú solita me dijiste como habían pasado las cosas, mencionaste el tiempo y calculaste pésimo. Como te dije ese día, piensa mejor antes de hacer o decir algo. Interpretaste mal, igual, sorry.
- Bueno, dejémoslo ahí.
- Ahora que recuerdo, tú me dijiste que tenías de decirme algo.
- Ah, sí. Te iba a preguntar ¿por qué soy tan bonita?
- Ja, ja, ja. Eres una payasa egocéntrica.

Ya en Angamos me mencionó al segundo actor de reparto en la breve novela escrita arriba: Un veterinario con plata. Díjome que el día que la planté (según ella y no recurdo cuando), había salido con este casi treintañero y que se dieron el beso del año, el ósculo perfecto, la pegada adorable. Y que le iba bien con él, contando con los dedos los días desde aquel intercambio de saliva. Datas que no llegaban ni a 6 dando a entender que habían empezado una relación.

Yo, de lo risueño que estaba, quedé gélido, frío. Una mezcla de sensaciones tristes y negativas reinó rápidamente dentro de mí. En ese momento era el tipo más lúgubre de Lima. Lo único que atiné a decir fue: ‘Ah, chévere’, que más que palabras, fueron chapurreos.

Mi actitud, obviamente, no era la misma, y mientras ella se detuvo a llamar a su casa, me puse a pensar:

“A ver, esta tipita sabe que me gusta, que la quiero, no como antes, pero la remanencia que queda aún, es importante. Que haría cosas que estuvieran a mi alcance por ella. Lo sabe muy bien y me viene de buenas a primeras a decirme esto como si nada. Una de dos, quiere ver cómo soporto todo lo que me despotrica o quiere ver mi reacción. Ni hablar, puedo hacerlo pero no frente a ella, me está jugando sucio y no le voy a dar el gusto que me vea mal, porque eso es lo que quiere. Ni cagando. Busco cualquier excusa, me largo y hasta acá nomás ‘K.R.’”

Mientras pensaba, ella me hablaba excitada y yo sólo daba palabras monosilábicas, para hacer sentir mi indiferencia ante su dicción. Cuando me cuestionó si me pasaba algo le dije: ‘No pasa nada, más bien, no quiero alejarme mucho de la Arequipa porque no me quiero ir tarde. A las 8 me voy y ya me quedan 20 minutos’.

‘Mejor hay que sentarnos’, she said. ‘¿De verdad no te pasa nada? Siento que dije algo que no gustó’, replicó.

Y volví a insistirle que no algo fatigado, y es algo raro, porque cuando alguien me fastidia por algo se lo digo en la cara, a veces creo que exagero, pero con ella me enmudezco totalmente. Esta mujer ha llegado a manipular mis emociones a su antojo, aún sin saberlo. Yo mismo me sorprendo por ello.

A esa altura, ya sentía toda palabra suya como ataque y empecé a defenderme: ‘Si tuviera algo tampoco te lo diría porque tú y yo no somos nada’.

Creo que se me pasó la mano con eso, pero fue producto del momento, me sentía mal y ahora sí, quería olvidarme de todo. En ese momento musitó: ‘Hay una atmósfera negra acá’. ‘Si así lo crees, qué puedo hacer, creo que mejor me voy. Tengo que ir a 'Phantom' a ver si ya salió el nuevo disco de Cerati’, le contesté con algo de cólera, pena y como dándole a entender que me importaba más el cd que su putañera unión. Me despedí y me fui raudo. Apenas me paré me sentí aliviado, pero triste, mi mente estaba intranquila y mi corazón hecho puré. Un trapeador tenía más presencia que yo. Caminando como desaforado, pensando y pensando, llegué a Angamos con la Arequipa, dudé en ir a ver el disco y compré una cajetilla de cigarros, los cuales desaparecí en 20 minutos de larga caminata. Saqué las siguientes conclusiones de tanto atormentar mis sesos:

- Ella ya está con un huevón (palabra típica del frustrado picón), yo no quiero estar como un espectador de su felicidad. No quiero hacer el ridículo. Así que adiós a todo contacto con ella. A la mierda.

- No tengo idea de por qué se me ha metido tanto en este órgano que late, nunca me ha dado ninguna satisfacción. Soy un idiota. Ella quedará como la chica con la que nunca pude estar y eso no me afecta mucho porque a fin de cuentas, así seas muy fachoso, o lo que sea, siempre hay alguien que te dice que no. Alguien que siempre te deja pensando en por qué demonios no te hace caso.

- Siempre me habló de patas con plata ¿No me habrá hecho caso por ser un misiazo operador de radio? - La palabra ‘interés’ me retumbó los oídos.

Había caminado tanto que ya estaba en Risso, tomé el primer carro que pude y entre las mismas canciones que había escuchado para ir al encuentro de ella salió una espontánea lágrima. Me sentía mal, sí, pero no se me cruzó por la mente llorar, aunque seguro fue una reacción natural del pusilánime yo que habita con asiduidad en mí.

Llegué a casa, apagué el celular, prendí a ‘la negra’ (mi láptop), y me puse a ver videos graciosos que más que risa me pusieron algo depre porque la página me la pasó ella. Después de un rato me acordé de eso. En ese momento, más que nunca, quería que el buen Morfeo, me lleve al mundo de las posibilidades, pero no tenía un irrisorio gramo de sueño. Quería hablar con mi hermana, quería gaseosa, quería algo para sentirme bien, pero sólo hallé una diazepam la cual me hizo dormir hasta hoy, Domingo, día en el que no tengo mucho trabajo, así que escribí esto para hacer eso que me hace acordar a ella: Catarsis.

The last chapter about “K.R.”



*Otro crimen quedó sin resolver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario