
¿Cómo no decir que adoro a mi hermana? Ahora estoy leyendo una de nuestras tantas conversaciones por ‘messenger’ y me falta oxígeno para terminar de reírme con el chiste de “La sinfonía de amor”. (¿Cómo no te vas a acordar de esa canción, Daniela? Si en el clip sale ‘mi’ Cathy Caballero. Tener a esa modelo es poseer todas las respuestas a tus preguntas. Así de simple).
En fin. No es el tema de los NSQ y NSC por el que pienso escribir hoy, sino, de mi hermana, que si bien, no estamos unidos por sangre, estamos atados, cuales ‘mellizos de sapolio’, por un gran cariño: como el de dos, valga la redundancia, hermanos.
Hace mucho tiempo empecé a escribir esta historia pero hace unos días me di la idea para terminarla.
Tantas veces fallida la publicación de este posteo por diferentes motivos. Discúlpame, hermana. Empecé a escribirlo en hojas, en volantes, en servilletas, en papelitos, que con el paso del agua en el tormentoso movimiento de la lavadora, terminaron trozaditas y despintadas. Todo fue mi culpa por dejarlas dobladas en mi jean y olvidarlas por mi ‘amnesia juvenil’. Sé que no merezco que me ofrezcas algo la próxima vez que visite tu alimentario (y, vaya que si), hogar. No obstante, esta demora tiene un trasfondo.
Es increíble ver cómo pasa el tiempo, raudo, veloz, implacable. Cómo olvidar ese día de Agosto del 2006. Día en el que te llevé una impresentable hamburguesa -del mítico ‘Miguelón’- a tu casa, la cual recibiste muy cándida, aunque yo en el fondo me decía: “pucha, la fregué con esto. Hubiese traído algo más ‘decentón’. La ‘maté’ totalmente. Las chicas se cuidan de la grasa y esto es una oda al colesterol. Me estará odiando”. Aún así creo que te caí bien (je, je, je). Pensé en ya no regresar de lo avergonzado que estaba, pero ya ves que no fue así. Esa tarde en las banquitas al frente de tu casa fue genial, aunque por ahí tengo la idea que tu papá, indirectamente, se vengó por tí. Siempre recordaré esas pequeñas gotas que cayeron en mi zapatilla, producto del certero lanzamiento de agua que tu padre hizo hacia la pista. Por un momento grafiqué tal escena, le puse un fondo musical de película de suspenso, la hice un poco más pausada y dentro de ella escuché al buen don Ubillús decir: ‘¿A quién se le ocurre llevar una hamburguesa como regalo? A ti, nomás, zonzonete.’ De sólo pensarlo me río como un orate.
Es muy emotivo tener una hermana que, por 18 años, no supe que existía pero que tengo hace tres, por casualidades del juguetón destino, al que le estoy agradecido, en serio, barranquillera.
¿Habrá alguien confundido la hermandad? Hace unos días escuchaba, regresando del Icpna, un programa de radio (qué raro en mí), y Jesús con Renato –los conductores- se empecinaban en decir que no hay amistad cien por ciento sincera entre un ‘pata’ y una chica, porque siempre uno se fija en el otro, generalmente el hombre, y este camufla su verdadera intención en la amistad. Bueno, a mí no me ha pasado, por eso, ni bien acabó el programa, le mandé un sms al primer mencionado diciéndole: ‘Si crees que es imposible encontrar a alguien así, pues, Jesús, yo soy un sui géneris. Yo si tengo una verdadera amiga, casi hermana. Si llamaba al programa, te mataba el tema. Da gracias que no lo hice”. El punto es que creo que si existen los que no son maliciosos, como muestra, un botón: yo.
Partes desteñidas con Danicitas: El segmento medio despintado se daba cuando habían períodos en los que no nos hablábamos y en los que me sentía más solo que Adán en el día de la madre, porque no tenía a mi partner al lado. No sé por qué nos dejamos de hablar. Creí que ya no querías saber de mí. Que lo de ‘brothers forever’ fue algo del momento, efímero. En realidad, no quiero acordarme de eso. Debe ser parte de lo ‘voladita’ que a veces eres. Ojo: ‘Voladita’, como diría un grupo chichero: ‘con cariño’.
Hermana, recuerdo que para tu cumple del 2008 llegué tardísimo, pero igual, estuve ahí y lo hice porque quería verte, puesto que no supe de ti un buen tiempo y durante ese largo conjunto de meses no tuve oídos que me escucharan ni palabras que me hicieran sentir mejor ante algo negativo que me haya pasado. Ese día fue lo máximo, aunque no me guardaste tequila. Ya para otra vez será. Pobre de ti que te olvides Esperaré con mucha paciencia mi botella llena de alcohol ‘derritehígado’ mexicano.
Después de ese día de Marzo, pasó un buen tiempo sin saber de mi ‘sangre’, pasaron muchas cosas. Conocí a mucha gente, dentro de ese grupo estaba la chica ‘capicúa’, que para bien o para mal -no sé-, hizo que nos juntemos de nuevo. Ese capítulo, por más negruzco que haya sido, sirvió para renovar la amistad, lo aprovechamos para ser más amigos, para tener al hermano al lado. Dicen que de lo malo tienes que extraer lo bueno, entonces, de cierta forma, recuperé a mi hermana querida, a través de una persona que no esperé.
Hoy te escribo porque creo tener tu total confianza -para ayudarte en tus líos- y disponibilidad -sé que tu me ayudarás a resolver cualquier problema que tenga sin precisar situación alguna-, por eso te agradezco, hermana. Sé que tengo una confidente sincera y 'buenagentosa' de por vida.
Gracias por todo. De verdad. Estoy seguro de que siempre tendré un gran soporte en mi hermanita menor, mi ‘despeinada’, mi ‘danicitas’, mi ‘dani-dani’ o simplemente mi ‘manita ratona’.
Gracias por ser mi mejor amiga. Te Quiero Mucho, hermana. Como te dije el Martes: si hubiese tenido una hermana de padre y madre, me hubiese gustado que seas tú. Aunque, pensándolo mejor, si bien no nacimos del mismo útero, para mí eres la camarada, la hermana que siempre quise y eso me alegra tremendamente. Gracias por ofrecerme tu amistad, estoy en deuda contigo, hermanita.
La idea de hacer este post y culminarlo justo en esta jornada, es porque un día como hoy, hace tres años, conocí a una de las personas que más valoro y que puede contar conmigo para todo. Es recíproco. I know it. Querida Danialexa parte 3, recuerda que somos hermanos por siempre y hasta el final de los tiempos. Gracias por las risas y el cariño, mi angelito despeinado.
En fin. No es el tema de los NSQ y NSC por el que pienso escribir hoy, sino, de mi hermana, que si bien, no estamos unidos por sangre, estamos atados, cuales ‘mellizos de sapolio’, por un gran cariño: como el de dos, valga la redundancia, hermanos.
Hace mucho tiempo empecé a escribir esta historia pero hace unos días me di la idea para terminarla.
Tantas veces fallida la publicación de este posteo por diferentes motivos. Discúlpame, hermana. Empecé a escribirlo en hojas, en volantes, en servilletas, en papelitos, que con el paso del agua en el tormentoso movimiento de la lavadora, terminaron trozaditas y despintadas. Todo fue mi culpa por dejarlas dobladas en mi jean y olvidarlas por mi ‘amnesia juvenil’. Sé que no merezco que me ofrezcas algo la próxima vez que visite tu alimentario (y, vaya que si), hogar. No obstante, esta demora tiene un trasfondo.
Es increíble ver cómo pasa el tiempo, raudo, veloz, implacable. Cómo olvidar ese día de Agosto del 2006. Día en el que te llevé una impresentable hamburguesa -del mítico ‘Miguelón’- a tu casa, la cual recibiste muy cándida, aunque yo en el fondo me decía: “pucha, la fregué con esto. Hubiese traído algo más ‘decentón’. La ‘maté’ totalmente. Las chicas se cuidan de la grasa y esto es una oda al colesterol. Me estará odiando”. Aún así creo que te caí bien (je, je, je). Pensé en ya no regresar de lo avergonzado que estaba, pero ya ves que no fue así. Esa tarde en las banquitas al frente de tu casa fue genial, aunque por ahí tengo la idea que tu papá, indirectamente, se vengó por tí. Siempre recordaré esas pequeñas gotas que cayeron en mi zapatilla, producto del certero lanzamiento de agua que tu padre hizo hacia la pista. Por un momento grafiqué tal escena, le puse un fondo musical de película de suspenso, la hice un poco más pausada y dentro de ella escuché al buen don Ubillús decir: ‘¿A quién se le ocurre llevar una hamburguesa como regalo? A ti, nomás, zonzonete.’ De sólo pensarlo me río como un orate.
Es muy emotivo tener una hermana que, por 18 años, no supe que existía pero que tengo hace tres, por casualidades del juguetón destino, al que le estoy agradecido, en serio, barranquillera.
¿Habrá alguien confundido la hermandad? Hace unos días escuchaba, regresando del Icpna, un programa de radio (qué raro en mí), y Jesús con Renato –los conductores- se empecinaban en decir que no hay amistad cien por ciento sincera entre un ‘pata’ y una chica, porque siempre uno se fija en el otro, generalmente el hombre, y este camufla su verdadera intención en la amistad. Bueno, a mí no me ha pasado, por eso, ni bien acabó el programa, le mandé un sms al primer mencionado diciéndole: ‘Si crees que es imposible encontrar a alguien así, pues, Jesús, yo soy un sui géneris. Yo si tengo una verdadera amiga, casi hermana. Si llamaba al programa, te mataba el tema. Da gracias que no lo hice”. El punto es que creo que si existen los que no son maliciosos, como muestra, un botón: yo.
Partes desteñidas con Danicitas: El segmento medio despintado se daba cuando habían períodos en los que no nos hablábamos y en los que me sentía más solo que Adán en el día de la madre, porque no tenía a mi partner al lado. No sé por qué nos dejamos de hablar. Creí que ya no querías saber de mí. Que lo de ‘brothers forever’ fue algo del momento, efímero. En realidad, no quiero acordarme de eso. Debe ser parte de lo ‘voladita’ que a veces eres. Ojo: ‘Voladita’, como diría un grupo chichero: ‘con cariño’.
Hermana, recuerdo que para tu cumple del 2008 llegué tardísimo, pero igual, estuve ahí y lo hice porque quería verte, puesto que no supe de ti un buen tiempo y durante ese largo conjunto de meses no tuve oídos que me escucharan ni palabras que me hicieran sentir mejor ante algo negativo que me haya pasado. Ese día fue lo máximo, aunque no me guardaste tequila. Ya para otra vez será. Pobre de ti que te olvides Esperaré con mucha paciencia mi botella llena de alcohol ‘derritehígado’ mexicano.
Después de ese día de Marzo, pasó un buen tiempo sin saber de mi ‘sangre’, pasaron muchas cosas. Conocí a mucha gente, dentro de ese grupo estaba la chica ‘capicúa’, que para bien o para mal -no sé-, hizo que nos juntemos de nuevo. Ese capítulo, por más negruzco que haya sido, sirvió para renovar la amistad, lo aprovechamos para ser más amigos, para tener al hermano al lado. Dicen que de lo malo tienes que extraer lo bueno, entonces, de cierta forma, recuperé a mi hermana querida, a través de una persona que no esperé.
Hoy te escribo porque creo tener tu total confianza -para ayudarte en tus líos- y disponibilidad -sé que tu me ayudarás a resolver cualquier problema que tenga sin precisar situación alguna-, por eso te agradezco, hermana. Sé que tengo una confidente sincera y 'buenagentosa' de por vida.
Gracias por todo. De verdad. Estoy seguro de que siempre tendré un gran soporte en mi hermanita menor, mi ‘despeinada’, mi ‘danicitas’, mi ‘dani-dani’ o simplemente mi ‘manita ratona’.
Gracias por ser mi mejor amiga. Te Quiero Mucho, hermana. Como te dije el Martes: si hubiese tenido una hermana de padre y madre, me hubiese gustado que seas tú. Aunque, pensándolo mejor, si bien no nacimos del mismo útero, para mí eres la camarada, la hermana que siempre quise y eso me alegra tremendamente. Gracias por ofrecerme tu amistad, estoy en deuda contigo, hermanita.
La idea de hacer este post y culminarlo justo en esta jornada, es porque un día como hoy, hace tres años, conocí a una de las personas que más valoro y que puede contar conmigo para todo. Es recíproco. I know it. Querida Danialexa parte 3, recuerda que somos hermanos por siempre y hasta el final de los tiempos. Gracias por las risas y el cariño, mi angelito despeinado.
*Shakira y Gustavo. Algún buen gusto debía tener la colombiana: Soda Stereo. Enjoy, manita.